Así
Como una
luciérnaga
vuelo de un
dolor a otro,
intermitente
mi alma,
ora luz,
mañana sombra.
En el
peligro de no saber,
si acaso
desfallezco,
seré
cenizas que el viento sopla
más allá
del ruido
más acá de
mi luz…
Contramano
Fatiga ya
tanta locura,
ese ir
contramano de la tristeza.
Revelar los
insensatos sueños ,
y que nadie
se interese en ellos.
Dime Poeta,
¿cómo haces
para seguir
hilando versos
con tanto
dolor añejo
dentro del
pecho?
Oscuridad
Raíces
oscuras se aferran
al suelo
gredoso del olvido,
si tan solo
pudieras, niña
mitigar la pena
que teñida
de violeta
trae cada
amanecer…
Desde mis
pies hundidos
en el barro
gris, indiferente,
me han
nacido renuevos tibios
de esperanza.
Abismo
El abismo
acecha
sabe que
puede,
que con
sólo decir mi nombre
caeré en lo
profundo
para nunca
volver.
Por eso
canto,
para no oírlo…
Por eso
escribo versos,
y así poder
volar
hasta la
otra orilla
donde
aguardan ,ciegas
las
respuestas a mi vivir.
La cornisa
La cornisa
no es la misma,
me invita
desde su pared,
y no me apoyo.
Me desafía
a olvidarla
y no puedo.
En mis
sueños la cruzo,
a veces la acaricio,
ella
también esta presa,
como yo.
Pero cuando
despierto,
la vida me
espera
y no hay
cornisas,
sólo
abismos
donde caer…
PONENCIA:
La tradición oral y sus vínculos con lo fantástico.
Cuenta Ovidio en “ La metamorfosis” , que las hijas de Minias no
quisieron intervenir en las fiestas dedicadas al dios griego Dionisio ( Baco),
ya que las orgías y demás excesos característicos de éstas , les resultaban
abominables. Por el contrario se quedaban en sus casas, cardando lana e hilando
para Atenea, diosa patrona de las Artes
y la Inteligencia, llamada Palas, porque se dice se mantuvo siempre virgen.
Como el trabajo podía resultar pesado aliviaban con cuentos el largo esfuerzo:
…”Mientras que las demás mujeres están ociosas y celebrando un culto
ficticio, nosotras a quienes retiene Palas, diosa más digna, hagamos llevadero
el útil trabajo de nuestras manos con una conversación amena y variada, y que
cada una de nosotras, a su vez refiera a los oídos ociosos algo que no permita parecer largo el tiempo”…
Según el texto anterior, el arte de contar parece tener cierta
relación con el culto de Palas Atenea, la diosa sabia de ojos de lechuza. Y
también se asocia con la pura diversión.
Pero a esta catedrática manera de remontarse a los orígenes de los
cuentos y relatos debemos añadir nuestra propia investigación y opinión sobre
los comienzos y motivaciones que impulsaron al hombre primitivo y a todos los que le siguieron en esta
maravillosa misión de “contar”.
El cuento nació con la necesidad de compartir sentimientos, hechos y
hazañas del momento. Reunidos alrededor del fuego, cansados por el día de
cacería y aventura, captaban la atención de sus compañeros de tribu, con el
relato y la descripción fidedigna o fantasiosa de los hechos. Gestos y gruñidos
acompañaban las historias.
Al narrar, aportaban misterio, fantasía y surrealismo a sus relatos,
ya que despertaban en sus escuchas admiración por su inventiva, llegando a ser
el personaje preferido de las noches tribales.
Los relatos peregrinaban de grupo en grupo, se retransmitían, se
agigantaban, se les agregaban moralejas y al fin regresaban aumentados,
mejorados, y con detalles de otras regiones, costumbres , con tradiciones de
lejanas tierras pero con una esencia vital: la narración de un hecho real.
El asombro y también el miedo acompañaron a estos relatos, cada vez más fantasiosos,
porque al hablar de tierras peligrosas y remotas, de mares ignotos, cualquier
aventura era una epopeya y cualquier monstruo, pasible de ser encontrado y vencido
en gloriosa batalla.
El sujeto como protagonista debía ser el más astuto, fuerte o
aventurero, cuyo sentimiento movilizador
era el de la justicia, la defensa de las comunidades amenazadas y el propósito
de conquista territorial.
Su búsqueda de tesoros, o ciudades fabulosas de oro y plata,
edenes encubiertos en el mar o en los
bosques impenetrables. Peligro y fatalidad,
campeaban sobre los cuentos.
Los cuentos fantásticos eran narrados en tercera persona, por un
testigo omnisciente que detallaba con sumo cuidado los hechos y escenarios, pero
sin involucrarse en los sentimientos, dudas o temores del protagonista. Sólo
intervenían cuando el cuento era protagonizado por un animal, allí gustaban de
hacerlo razonar y ser pícaro también, dándole en fin los atributos humanos del
pensamiento y el raciocinio, precursores de las fábulas moralizantes de años
posteriores.
Reyes, gobernadores y autoridades de toda índole gustaban tener en sus
cortes, narradores orales , que amenizaban sus largas reuniones con relatos a veces inventados en
el momento.
Los poetas “amautas” de los incas eran reverenciados en el reino, por
su sabiduría y por sus historias
que eran asociadas, a momentos de
decisión de los monarcas.
No obstante, muchos relatos cuentan con exactitud cómo era la sociedad
de la época, y se puede deducir entre líneas, la prepotencia y maldad de
algunos gobernantes, contrapuesta a la picardía de los habitantes de las
ciudades, que conseguían sus propósitos con su mera astucia.
De a poco se comenzó a mirar hacia las estrellas, el cielo y la imaginación
voló más allá de la realidad y lo tangible. Los dioses, los monstruos del
espacio, tomaron protagonismo y el relato se tiñó de fantasía, misterio y lo
fantástico atrapó mentes y despertó temores y fascinación. Los fenómenos
naturales se recubren de importancia. La lluvia, los truenos y relámpagos se
corporizan y atemorizan, con virtudes y defectos como los seres humanos.
La imaginación sin límites, las ideas propias o heredadas, los
vaivenes de la civilización no serían más que cenizas sin el relato oral:
fantástico o no tenemos un planeta que goza del cuento como expresión de
humanidad.
1-
Publio Ovidio Nasón, La Metamorfosis, Barcelona, Juventud, 1991.
2-
Cuentos Clasificados 2, Cántaro Editores,2005.
3-
Diccionario Hispánico Universal, Tomo II.
ROSA E. GÓMEZ de VILLA: nacida en la Pcia de
Santa Fe. Reside en Marcos Juárez, Pcia
de Córdoba. Es Maestra Normal Nacional , y Secretaria Médica Universitaria.
Asiste al Taller Literario Municipal “Quiero contarte”. Colabora con los Periódicos:
“Semanario” y “La Infosemanal”.
Poeta Fundadora del Museo de la
Poesía
”Juan Crisóstomo Lafinur “ de La Carolina, Pcia. de San Luis. Ha
participado de numerosas antologías y encuentros de poetas y
narradores en Argentina y Brasil.
Ha recibido premios en poesía y cuento breve en distintos certámenes
nacionales. Prepara su primer libro de Poemas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario