¡¡¡¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!!!
FRACISCO NARCISO LAPRIDA
Nació
en San Juan el 28 de Octubre de 1786. De niño fue llevado a estudiar al Real
Colegio de San Carlos en Bs.As. en 1803 fue a Chile a seguir sus estudios y en
1810 ser recibió de licenciado y abogado.
Intervino en el movimiento del 18 de setiembre de 1810. En 1811 regresó
a San Juan y en 1812 fue elegido Síndico Procurador del Cabildo de San Juan.
Colaboró activamente con el general San Martín en la organización del Ejército
de los Andes. En 1815 fue elegido, junto con Fray Justo Santa María de Oro,
diputado por San Juan. El 1° de julio de 1816 fue declarado Presidente del
Congreso General de Tucumán y durante su gestión se declaró nuestra
independencia. Posteriormente volvió a ocupar la presidencia y también la
vicepresidencia. Luego regresa a San Juan donde sustituye en el mando al
gobernador de la Roza, teniendo que apagar un movimiento revolucionario. Ocupo
cargos de gran importancia.
Fue
gobernador interino de su provincia, llevando adelante una gestión exitosa. En
1824, representó a San Juan en el Congreso General Constituyente, cuya
presidencia ejerció en 1825 por espacio de cinco meses. Luego de derrocado el
partido unitario, regresó a San Juan y luego a Mendoza, para alejarse de la
persecución de Quiroga. En su huída, fue alcanzado por la soldadesca y
asesinado cobardemente por las fuerzas de José Félix Aldao, el 22 de Septiembre
de 1829.
Jorge Luis Borges, descendiente
lejano, honró la memoria de Laprida en su poema Conjetural, publicado el 4 de
julio de 1943 en el diario La Nación de Buenos Aires. Fue incluido luego en el
libro El otro, el mismo (1969):
El doctor Francisco Laprida, asesinado el día
22 de setiembre de 1829 por los montoneros de Aldao, piensa antes de morir:
POEMA
CONJETURAL
Zumban
las balas en la tarde última.
Hay
viento y hay cenizas en el viento,
se
dispersan el día y la batalla
deforme,
y la victoria es de los otros.
Vencen
los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo,
que estudié las leyes y los cánones,
yo,
Francisco Narciso de Laprida,
cuya
voz declaró la independencia
de
estas crueles provincias, derrotado,
de
sangre y de sudor manchado el rostro,
sin
esperanza ni temor, perdido,
huyo
hacia el Sur por arrabales últimos.
Como
aquel capitán del Purgatorio
que,
huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue
cegado y tumbado por la muerte
donde
un oscuro río pierde el nombre,
así
habré de caer. Hoy es el término.
La
noche lateral de los pantanos
me
acecha y me demora. Oigo los cascos
de
mi caliente muerte que me busca
con
jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo
que anhelé ser otro, ser un hombre
de
sentencias, de libros, de dictámenes
a
cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero
me endiosa el pecho inexplicable
un
júbilo secreto. Al fin me encuentro
con
mi destino sudamericano.
A
esta ruinosa tarde me llevaba
el
laberinto múltiple de pasos
que
mis días tejieron desde un día
de
la niñez. Al fin he descubierto
la
recóndita clave de mis años,
la
suerte de Francisco de Laprida,
la
letra que faltaba, la perfecta
forma
que supo Dios desde el principio.
En
el espejo de esta noche alcanzo
mi
insospechado rostro eterno. El círculo
se
va a cerrar. Yo aguardo que así sea.
Pisan
mis pies la sombra de las lanzas
que
me buscan. Las befas de mi muerte,
los
jinetes, las crines, los caballos,
se
ciernen sobre mí... Ya el primer golpe,
ya
el duro hierro que me raja el pecho,
el
íntimo cuchillo en la garganta.
Jorge
Luis Borges 1943
Casa
de Laprida
Esta es la casa donde nació Francisco Narciso Laprida. Estaba
ubicada en calle General Acha y entre Laprida y Avenida Libertador General San
Martín, vereda este, donde hoy se encuentra una galería comercial. Esta casa
fue heredada por la familia Conte Grand Cofre, que la refaccionó conservando
las formas. Afectada por el terremoto de 1944, fue destruida. La casa tenía
ambientes señoriales y fue sede de importantes reuniones familiares y sociales.
(Imagen publicada en el libro “El San Juan que Ud. no conoció”, de Juan Carlos
Bataller, Editores del Oeste, 1996 - Foto proporcionada por José Amadeo Conte
Grand)
Fray
Justo Santa María de Oro
Fray
Justo Santa Maria de Oro, según un retrato de Santiago Paredes. Nació en San
Juan el 5 de septiembre de 1772. Fue sacerdote dominico, maestro de arte y
doctor en teología. En Mayo de 1810, cuando se formó el primer gobierno patrio,
se encontraba en Europa.
En
1814 había vuelto a América y luego de pasar por Buenos Aires y San Juan, viajó
a Chile. El gobierno español lo deportó y regresó a Cuyo junto con muchos
chilenos que huían de su patria. Gracias a él, el General San Martín tuvo un
panorama completo de los últimos meses en el país trasandino.
El
13 de junio de 1815 fue elegido para representar como diputado a San Juan en el
Congreso de Tucumán. En las reuniones en las que se debatía si elegir la forma
monárquica o republicada de gobierno, luchó para que esta decisión fuera tomada
luego de consultar a los pueblos.
Durante
1818, el Papa León XII lo nombró Vicario Apostólico de Cuyo y en 1834 fue
designado Obispo de Cuyo.
Murió
en San Juan el 19 de octubre de 1836. Sus restos se encuentran en la cripta de
la Iglesia Catedral de San Juan.
En 1835, Fray Justo Santa María de Oro dispuso la
creación en su casa natal, de un Convento de Religiosas Dominicas y de un
Colegio gratuito para niñas. La muerte de Fray Justo impidió que se llevara a
cabo el proyecto, que más tarde fue retomado por su sobrino, Domingo Faustino
Sarmiento. Así nació en 1839, el " Pensionado de Santa Rosa de Lima",
dedicado a la enseñanza primaria y secundaria.
Adosado a la escuela contemporánea, se han
conservado las construcciones originales del segundo patio colonial, y la
habitación donde nació Fray Justo, quien fuera Obispo de San Juan, allí se
conserva en un fanal su corazón petrificado. Exhibe además una Biblia escrita
en latín que data de 1731 y numerosos libros del siglo XVIII con encuadernación
artesanal cosidos a mano y con tapas de cuero.
En 1941 la Comisión Nacional de Museos y Monumentos
y Lugares Históricos dicto el Decreto Nº 107512, que declara al lugar MONUMENTO
HISTORICO NACIONAL por Decreto Nacional.
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