Dolor.
Partió, se fue un amigo.
Victor Condat Nobre
De: OTRAS NAVEGACIONES. Edición de autor, San Juan, R.A.
2004
10.
Canto de la nereida
“Y seremos isla serena en el creciente.”
Échate sobre mí,
como sobre el horizonte la tarde
su crepúsculo tiende.
como sobre el horizonte la tarde
su crepúsculo tiende.
Échate sobre mí,
como sobre la tierra
el océano interminable.
como sobre la tierra
el océano interminable.
Échate sobre mí,
abandónate al ritual de los pájaros
que en mi sangre bullen.
abandónate al ritual de los pájaros
que en mi sangre bullen.
Échate sobre mí,
esparce tu cuerpo
sobre mi cuerpo de arena.
esparce tu cuerpo
sobre mi cuerpo de arena.
Échate, déjame la instancia
de la caricia y duerme,
suéñame entera, eterna.
de la caricia y duerme,
suéñame entera, eterna.
Échate sobre mí, cántame
la canción de tus manos.
la canción de tus manos.
Y abrígame con tu piel de mar,
como a la siesta
en el desierto el sol.
como a la siesta
en el desierto el sol.
Échate sobre mí,
cae sobre mi piel ardiente,
sobre mi líquido sexo,
sobre mi añoranza.
cae sobre mi piel ardiente,
sobre mi líquido sexo,
sobre mi añoranza.
Mójame con tus ojos de aire,
con las voces del futuro:
con las voces del futuro:
Constrúyeme las raíces de la sed
en los jardines del alma.
en los jardines del alma.
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