A
Margarita Inés en el día de su nacimiento.
Tía
A Margarita Inés Robledo
Estas
en la niñez
como
ramo de violetas,
ese
frasco de frutas abrillantadas
que
visite en la alacena,
o
el collar de perlas blancas
que
pendiste en mi cuello.
Eras
siempre cuña de esos días flacos.
Cómplice,
madre, amiga.
Tus
ojos, eran palomas
con alas atadas.
Hoy
son faro de ternura,
pequeño
tesoro que guarda mi alma.
Muchas
veces me dije:
-
¿qué tengo en mis manos
que pueda ofrecerte?
Segmento
de amor.
Finos
anaqueles vacío de oídos,
un
mundo inquietante de locas carreras.
Te
miro, surcada, sensible.
En
tu boca silencio,
mesura heredada.
¡Tía
Margarita!
Eres
esencia de roble,
tus ramas cobijan mi casa.
Jazmín
de aroma exquisito,
que atesoro en mi ser.
Mira.
Tía,
ven,
espera,
detén tus días…
Quiero poner en tus manos
una luciérnaga.
Margarita Inés y Franco Guzzo Crescitelli
No hay comentarios:
Publicar un comentario