María Eugenia Hernández / México
Cotidianeidad
No lo puedo evitar mundos banales
pululan junto a mi con sus sonidos,
aíslan, marginan, abominan,
alejar requiero contrariada.
Escapo entonces suspendida
colgada en espiral tornasolada,
en medio de una atmósfera brumosa
floto, navego, me despliego.
Gruesas nubes ascienden vaporosas
en tanto yo desciendo, acepto el reto
soy y no soy azul a la deriva
ingrávida sin luz, adormecida.
Patagonia
La inmensidad del espacio
hurto del sol arrebatos
y sus colores topacio
me abrasaron en las tardes
Noches de luna sirena
por mis galerías vacías
en sordina desfilaron
derramaron luz y plata
Entre glaciares y lagos
mi cuerpo perdió el pasado
bautizando sus lugares
con nombres de piedras finas
La fuerza de esas montañas
de tu altivez oro y plata
muerden hoy
timbran tan plenas
un canto por las entrañas
MARIA EUGENIA HERNANDEZ SALAIS .Licenciatura y Maestría en Derecho--Especialidad en literatura mexicana del siglo XX---Diplomados en Narrativa, cuento y poesía.
Actualmente se encuentra trabajando para publicar libros de poesía y viajes.
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