Desde mi cotidianidad me recuerdo en el paso de los de los
días. Las imágenes fluyen, el ayer y el hoy superponen emociones. No es fácil,
no fue fácil, nunca es fácil. Pero estoy aquí caminando otra mañana.
¡Gracias!
El calendario me dice fin de año. Y es inútil obviar la
reflexión.
Un remolino me atrapa. Tus ojos, tus palabras, el hacer, lo
propuesto, lo logrado, la suma de voluntades, tus colores y los míos.
¡Gracias!
Siempre ame el canto, la baguala, la campana en el anuncio.
El sol despuntando la mañana, el canto del hornero acotando el día. El bullicio
de los pájaros en el aguaribay, al atardecer. El paso de los teros y silbido
del viento.
Amé y disfruto a la familia reunida, las palabras a borbotones
entre amigos, los debates y el compartir tu saber.
Siento lo no leído, tus lágrimas y tus carencias.
Procuro corregir errores, absorber lo no absorbido y sumarme
a tu mano.
Hoy al borde de un año concluido. Quiero desearte lo mejor,
que este año que comienza sea dibujado por tus sueños.
¡Que tengas un renacer, que broten y crezcan tus proyectos!
¡Feliz Navidad!
¡Feliz 2015!
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