jueves, 30 de junio de 2011
Ana María Parlamento/ Buenos Aires Argentina
CAYÓ UNA LÁGRIMA
Cayó una lágrima sobre mi rostro,
liviana, suave, perfumada
miré hacia arriba ¿llueve?
no.
La lágrima se deslizó con ternura
lentamente, era una caricia…
se escurría con amor
me transmitía sensaciones diversas
por momentos confusas…
lejanas.
Pensé en mi madre.
Sus caricias eran tan suaves como esa lágrima.
Mamá ¿sos vos?
no obtuve respuesta
La lágrima seguía su rumbo descendente
Pensé en mi padre.
A pesar de sus manos enormes,
sus caricias eran también dulces, tersas
Papá ¿sos vos?
nadie me contestó.
¿Qué hacer para retener esa lágrima?
la toqué pero se hizo más pequeña
Se iba secando
me desesperé, pronto desaparecería
el tiempo pasaba.
La lágrima seguía cayendo.
Yo hacía intentos vanos para retenerla.
¡No me dejes¡ grité
una brisa suave me respondió: no voy a dejarte
soy tu corazón.
HORIZONTE
Delicada línea divisoria
río horizonte lejanía
la tarde unifica el paisaje
Se acerca la hora
sensaciones en ebullición
no existe nada igual.
Anochece
las estrellas se desgajan
caen sobre el espejo marrón
son fuegos artificiales
saltan tintinean.
Brisa de gasa transparente
maravilla ribereña
río serpenteante.
Todo sigue el orden natural
conjunto intacto.
Luna en menguante plateado
iluminando a medias la costa
vislumbro su figura
ya viene se acerca
lo sigue una estela de ilusiones
silencio de ansiedad
es el amor
que ya llega
llega
llega.
CARTA
Corazón palpitante de alegría
el arribo de un tren y tal vez
la carta de su amado.
Un andén gastado de felicidad y también de angustia
el reloj parece haberse detenido
esperanza
secreto profundo
tristeza pueblerina
abulia cotidiana
Una ajada bolsa
que puede traer consigo la dicha deseada
minutos interminables
horas.
La mole de hierro se acerca
inquietud desmedida
júbilo ruidoso
temblor de ansiedad.
Baja del tren
se acerca el dueño de su destino
¿qué traerá consigo?
su vida cambiará a partir de este momento
está segura de ello.
Le entrega un sobre conocido.
Parte para su casa
se cambia, se peina
está hermosa.
Se ve un revolver sobre la mesa
abre el sobre
muchas lágrimas
un ruido ensordecedor
un río de sangre.
MUTACIÓN
Lo creía inalcanzable.
El horizonte estaba próximo al mar.
Quise llegar y tocarlo, me dió temor.
Temblé pensando que lo bello se alteraría
En este atardecer estoy viva
rodeada de imágenes
voces
paz.
El médano tapa al mundo.
Le grité -¡eres mío!
Para encontrarte tuve que atravesar túneles de miedo
sonidos de terror y encontrar la salida.
Gélida corteza, paisaje ciego y
el temor se agiganta.
Rueda descomunal
imposible olvidar.
Lejanías tortuosas, aparecían heridas.
Viento
desolación
miseria
encierro.
Tiempo para la resurrección en el mar.
Música de la orilla que da fuerzas.
He logrado la mutación.
Atrapar la belleza, acariciarla con mis manos.
He encontrado mi lugar para siempre
la eternidad.
Ana María Aires Parlamento Escritora y Periodista nacida y residente en la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Tiene publicados tres cuentos en diversas antologías.
Recibió el primer premio en el concurso Palabras del Alma en 2007.
Recibió otros premios y reconocimientos en distintos concursos literarios de la Provincia de Buenos Aires. Estudia canto, danzas españolas y teatro.
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