sábado, 14 de abril de 2012
Ponencia: MARÍA DELCARMEN ZUAREZ
En la creación artística ¿Qué factores influyen?
María del Carmen Suárez
En un libro fascinante “La hora de la estrella”, la extraordinaria escritora brasileña Clarice Lispector escribió: “No, no es fácil escribir. Es duro como partir rocas. Pero saltan chispas y astillas como aceros pulidos”.
A mi entender los factores que influyen en la creación, en este caso la literatura, son múltiples, diversos. La visión personal del mundo que nos rodea, los sueños, los movimientos sociales, los medios de comunicación masiva, el paisaje. Lo palpable y lo inefable, aquello que no vemos pero existe. Por otro lado la globalización tiene como propósito diluir lo diverso. , lo regional, tratando desde un pensamiento único unificar y disolver las originalidades propias de un país o región, imponiendo desde los poderes centralizados su hegemonía cultural. La resistencia a ese proyecto masificador es crear desde la propia geografía con las costumbres y particularidades propias generando una creación artística con sus diversidades y originalidad.
El humanismo está emparentado con una épica moderna que nos recuerda a un gran poeta griego, Yannis Ritzos, cuando exclama: “la poesía es amplia como la vida y en su espacio no existen límites ni prohibiciones”.
Si el mundo fuese claro no existiría el arte, escribió Albert Camus en el Mito de Sísifo y agrega: “llega siempre un tiempo en que hay que elegir entre la contemplación y la acción.
Crear es también dar forma al destino propio.
La literatura es pasión y desafío, requiere una postura ética ante la realidad. La palabra tiene una enorme energía, un poder de convertir la vida en un viaje inigualable a pesar de los momentos mas dramáticos de una existencia.es un campo magnético que nos acerca aun en el disenso, que nos comunica unos a otros, es un refugio de resistencia. Hay que respetar la palabra, buscarla par reapizar un tapiz, un dibujo que exprese nuestro mejor intento, la creación se convierte en u acto de amor inigualable, de libertad plena, de intensidad extrema.
Las palabras nos acechan, están ahí esperando que las elijamos afrontando en el silencio de la creación aquello que viene del vacío, de la soledad, ese momento en que frente al papel somos nosotros mismos ante el desierto, ante el espejismo donde soltamos toda amarra para dar testimonio de nuestro universo.
El poder de la palabra es inaudito. Los escritores tienen en sus manos esa materia, a veces volcánica, otras sutil. El respeto por cada vocablo es parte de la responsabilidad de los creadores. El arte no es la catarsis de un fin de semana, es una postura ante la vida. Por lo tanto creo que cada uno que nos vemos ante la página en blanco debemos asumir que ese páramo puede convertirse en paraíso o infierno, en dolor o dicha, que cada frase que escribimos debe ser la consolidación de un vínculo con los otros.
Los dadaístas y surrealistas en el siglo pasado rompieron los esquemas de la textualidad desde una postura transgresora pero con un sentido crítico ante la sociedad. En cambio el posmodernismo nos trajo la desintegración del texto, cualquier disparate es una obra de arte. ¿Cuál es el resultado? Obra descartable, fugaz. El compromiso de hoy es darle al verbo el valor sagrado, en el sentido de revalorizar el lenguaje como un centro de indagación y trascendencia. En tres líneas se puede crear un mundo como lo hizo Salvatore Quasimodo cunado escribió “Cada uno esta solo sobre el corazón de la tierra / traspasado por un rayo de sol / y de pronto anochece.”
En un pequeño y bello ensayo Estado de alerta y estado de inocencia, Edgard Bayley afirmó: “los versos que nos atraen, nos cautivan, son aquellos donde no hay ninguna sombra de impostura. Se conjugan allí el estado de inocencia y el estado de alerta. De aquí resulta una fluidez que concilia la escritura y el estilo, clasicismo y modernidad, el poeta artista y el poeta vidente, feliz interacción entre la materialidad d ela lengua y el ejercicio de la imaginación poética, através del lenguaje nos introducimos en un reino de luz, que las sombras sustentasn muchas veces “
La degradación del lenguaje es motivo de preocupación. Desde los medios de comunicación, los mensajes de texto, se puede analizar el mal uso de una lengua tan rica y diversa como es nuestro idioma. La palabra es la herramienta de los escritores, es lo que plasma el espíritu de una época, su desacralización es la prueba de un tiempo de vigilancia, de espejismos y acechanzas.
René Guenon hablaba del abuso deplorable que frecuentemente se hace de ciertas palabras. Decía “no son simples negligencias del lenguaje; son síntomas de la confusión que reina por doquier en el mundo moderno, pues el el lenguaje no hace, en suma, sino representar fielmente el estado de las mentes.”
Entonces el creador que es un explorador de su tiempo y contexto, de espacios aparentemente vacíos desde donde surge su escritura, desde ese desierto de la pagina en blanco puede elegir, amar cada vocablo, cada palabra y asi descifrar lo que el mundo le ofrece, le presenta todos los días. Deambulando por esas sendas desérticas captura, se supone con rigor, con amor, la ofrenda del lenguaje. La acechanza es la negación de la belleza, la del ritmo y música de cada palabra que , en el caso del poeta se van uniendo, hilando finamente, fluyendo desde el corazón para después ser pulida como un diamante en bruto.
Un poeta es un ruiseñor- según Shelley- que se posa en lo oscuro y canta para alegrar su propia soledad con dulces sones; sus oyentes son como hombres arrobados por la melodía de un músico invisible.
Hay quienes matan con un puñal pero hay quienes lo hacen con una palabra, como dice Oscar Wilde en el comienzo de la balada de Reading.
María Del Carmen Suarez
Sin dudas estamos viviendo un crepúsculo moral. Todavía no llegó la noche, y en este contexto universal que aqueja también a nuestro país, un nuevo lenguaje se incorpora a la creación, sobre todo en la narrativa. Palabras como asentamientos, drogas pesadas, ataques de pánico, paco, patovicas, violencia y maltratos y muchas otras. El artista acusa recibo, los hechos externos se filtran en su obra, a veces descarnadamente, otras a travez de metáforas, con mecanismos discursivos o desplazamientos que no ocultan pero recrean la realidad desde su ojo avizor, desde el desgarro.
En silencio, los creadores trabajan lejos de las especulaciones literarias, del marketing, generando una producción importante, tanto en las estructuras de las editoriales como en grupos alternativos con libros artesanales vendidos en calles y plazas.
La vida sigue bullendo a pesar de la violencia y la exclusión social de los marginados, la poesía se erige como señal de alerta. Un libro puede cambiar un destino. En el intento de comunicar, de soltar los fantasmas, es el sueño de una sociedad mas justa. En ese silencio aparecen las palabras, el proceso de creación irrumpe de adentro hacia afuera, y en esa difícil tarea donde juegan la intuición y la sensibilidad surgen las obras, surgen porque a pesar de todo hay fe y amor aun en un tiempo de tinieblas. Como escribió Goethe “En las límpidas manos del poeta, el agua se tornará diamantina.
María Del Carmen Suarez
María Eugenia Hernandez Salais, María del Carmen Suarez, María Esther Robledo B.
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3 comentarios:
Hola María Esther Robledo B. Graciassssssss. Muchas gracias por el regalo que he recibido en tu nombre "Granos de Arena en el Viento". Me gustan tus poemas porque son como pequeñas luciérnagas que van dejando rastros de luz de las cosas vividas. Enhorabuena por 1er Premio Poesía XXV Certamen Internacional de Poesía y Narrativa breve "Continuidad de las voces 2011" de Editorial De Los Cuatro Vientos.
Gracias por los dos libros: Granos de Arena en el Viento; y Continuidad de las Voces 2011 Antología II.
Saludos y un abrazo
Antonio, muchas gracias pelo qui me dises em mi blog!
Bsos em tu core mi amigo!
Gena
Maravilloso tu texto
te dejo un ramo de jazmines
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