VI Encuentro Internacional Comunitario de Escritores
“Entretejiendo Imagen y Palabra”
San Juan 2011
Prof. Mariano Rodrigo Mariani Ermacora
La madera.
¿dónde está el árbol
de donde ella viene?
Jacob Braun
No podemos comenzar por responder la pregunta por los factores que influyen en la creación artística sin retrotraer nuestro meditar a la esencia del arte en general, esto es respondernos, hasta donde podamos ¿Qué es el arte? Creo que este requisito empaña de alguna manera cualquier intento de reflexión sobre los ámbitos de investigación exigidos en estas ponencias. Partir sin esclarecer este panorama fundamental es partir de suposiciones, lo cual lleva a conjeturas. Por esto, desde tal posesión, se podrá inferir con mayor claridad las dimensiones abordadas por los cuestionamientos requeridos.
Pero como notaran, esta exigencia fundamental es compleja y arriesgada, sobre todo en nuestra cultura contemporánea, impregnada de subjetivismo, relativismo, en fin, de un babelismo anárquico, que de antemano nos pone en una aporía, en un camino sin salida. “Es evidentemente- nos dice Romano Guardini - imposible analizar en tan breve tiempo una estructura de tan múltiples estratos como es la obra de arte” . De hecho los abordajes han proliferado y se han diversificados en el ultimo siglo, desde la filosofía del arte, psicología del arte, sociología del arte, crítica de arte, historia del arte, etc. Por tal motivo no pretendo agotar tal fenómeno, sino marcar, hasta donde se pueda, algunas notas constitutivas para luego perfilar una respuesta a la pregunta sobre los factores que influyen en la creación artística.
2- El arte: algunas notas constitutitas
Destacamos, primariamente, que desde los albores de la humanidad el arte no se presenta como una mera praxis accesoria en el hombre, sino que constituye una medular actividad con la cual el hombre, más precisamente el artista, se dispone ante y con la existencia toda. El artista se ve llamado por la realidad que le impacta, origen común quizás, con el inicio mismo del filosofar, estupor que desvela, maravillar que invita, que evoca. Este llamado, en ocasiones, arrebata el espíritu del artista y como en cierta embriaguez lo impulsa a la plasmación de la realidad constatada.
Dice Lugones al respecto: “La sensación agradable causada por un objeto suscita la ocurrencia de reproducirlo para prolongarla. Es el placer fundamental de crear, en el cual va implícito el deseo utilitario de la posesión: el origen mismo del arte” El artista se hace permeable, (quizás esta permeabilidad ponga la nota preponderante para poder concebir el arte en su esencia) y en su individualidad habita lo universal, es un tanto paradojal esta expresión ya que la obra de arte/el artista como particular concreto acoge lo universal, es el arte en este sentido el cruce de lo temporal y lo eterno en la realidad concreta del artista y su obra. “la prolongación- continua Lugones- y la permanencia de sensaciones o nociones agradables, su significado trascendental, lo que verdaderamente inmortaliza esta obra, es el alma del hombre mismo, expresado por ella en una vasta comprensión solidaria, tan o mayor cuando más grande es el artista” . “El alma del artista, como la de todo hombre superior, representa con sus emociones las emociones humanas; y en esta solidaridad estriba el sentimiento de la belleza” Esta solidaridad, esta cualidad del artista que es vehiculizada y concretada en su obra, ya es patente con exactitud en la antigüedad y pone de relieve la nota constitutiva del arte como equilibrio y armonía. Por dar un ejemplo, los pitagóricos del S. IV tomaban ya la armonía como criterio estético, estos concebían que “El alma humana, procedente de quien sabe qué regiones celestes, y caída, quien sabe por que faltas, en la cárcel del cuerpo material, al percibir la armonía musical se sentiría confusamente trasportada a su feliz origen: un recuerdo esperanzador con caracteres de éxtasis y embriaguez , que se enmarca dentro de la religiosidad órfica, en cuyas ceremonias – bacanales- la música, por supuesto danzada, es decir, seguida con todo el cuerpo, serviría para salir del encierro de la carne, el aquí y el ahora, y “entusiasmarse” (liberarse, “endiosarse”), en anticipo de una felicidad a la que retornar tras esta vida” El artista en este sentido se hace uno con el universo y se desprende de esta apreciación el carácter pedagógico o de iniciador del verdadero artista “La misión del artista – dirá don Leopoldo- es poner al alcance de los otros la verdad oculta en esas relaciones: lo que no ven o no pueden ver los otros sin su auxilio. Y esta es, por otra parte, su utilidad” Las cosas aguardan, en este sentido, esperan la mirada escrutiñadora del hombre, del artista. Es el artista con su obra quien logra abrir un puente entre lo invisible y lo visible, cargando así de deferencia lo antes ignorado u oculto en la existencia visitada. “Lo que se comprueba- dice el Filosofo Hans Georg Gadamer-en la obra de arte, según Heidegger, es lo que constituye la esencia del ser en general. La disputa entre el estado desoculto y el oculto no sólo es la verdad de la obra, sino la de todo ente, porque la verdad, entendida como des-ocultamiento, siempre es esta oposición entre el desocultar y el ocultar” Es el arte, en este sentido, un modo de acceso a la realidad que no pierde su estatus frente a otros modos. Así el artista, su obra y el espectador constituyen la vitalidad propia de la belleza concretada como acceso a lo real. Debe existir, como ven, una relación isomórfica entre obra, artista y espectador. Es desde esta solidaridad que se logra abrir, por el arte, una rendija a la creación de un mundo de significados nuevos. El Filósofo santafesino Sergio Bergallo nos dice en su libro “Fragmentos de ciencia mágica” “Hay otros modos de saber, que no son ni mas ni menos que la ciencia, sino diferentes. De ellos da testimonio la historia, la vida diaria y el máximo anhelo de los hombres. Nuestro mundo debería administrar los medios para darles un mejor clima, un derecho protector. Su signo es la abertura, hacia lo grande y hacia lo pequeño, se abra o se cierre, una nueva filosofía que seria también lo mas antiguo”.
Podemos entonces resumir estas notas en la siguiente definición: El arte seria, una respuesta concretada, a un llamado sublime , desde una sensibilidad permeable, solidaria y armónica con lo eterno, real y bello.
3- Una experiencia original: El signo.
Cuando en el recogimiento, impulsados por el deseo plenificante emprendemos la indagación (Poetizar) de “lo real”, en tanto esencia de las cosas, percibimos un doble movimiento vital, por un lado una fuerza cautivante de develarlo, que moviliza todo nuestro ser, “me impresiona y me mueve” dice Giussani, pero por otro lado una experiencia de impotencia ante una tarea que se presenta indeterminable. El anhelo sería, quizás, apoyarnos paso a paso en una escalera de escalones necesarios y ascendentes hacia la quietud o unidad plena, pero chocamos con nuestras determinaciones, que por mas amplias que sean, son excedidas e insuficientes. No nos basta con referirnos, anhelamos la razón última de las cosas, la razón última de nosotros. Hay una exigencia de totalidad en cada mirada que el hombre realiza. Nos dice el Dr. Fornari en consonancia con Paúl Ricoeur “La premisa fáctica es que el yo-corporal como deseo es necesidad de “todo” y de “otro”. Por mínima que sea la parcela examinada o escrutada su sentido último reclama el contraste con el todo, solo así nos parece, emergerá su valor adecuado, su lugar. Pero, ¿nos será lícito hablar de totalidad? Una experiencia original nos pone como contenidos más que como continentes, como meros anhelantes, como desproporcionados entre lo que somos y lo que queremos. ¿Qué es lo que realmente podremos decir?, ¿Qué es lo que podremos decir de “lo real”?. Sin embargo la realidad nos provoca en cada instancia de encuentro, nos dice Giussani: “yo no me quedo impasible, me siento animado, movido, conmovido por lo que veo, y esto me pone en marcha a buscar otra cosa que es diferente de ello […] el mundo real me provoca a buscar otra cosa; en caso contrario uno no se preguntaría el por qué ni el cómo de lo que existe. No soy una mera registradora de aquello con lo que se topa la mirada de mi conciencia, me perturba esta relación con la realidad, y me empuja más allá de lo inmediato” . Esta experiencia de provocación inicial en el despertar a y con la realidad Giussani la denomina signo, fenómeno del signo o método del signo en tanto “que es una experiencia real que me remite a otra cosa” . Esta primera aproximación muestra como se vincula el hombre con la realidad, como ésta puede ser concebida como un lenguaje a interpretar, como la naturaleza no se presenta muda al hombre pero tampoco con una clara literalidad. La relación entre el hombre y mundo en esta primera experiencia de signo es dinámica, abierta y comprometida. El hombre se lanza a la aventura de la interpretación o traducción de su ser en el mundo. Vemos como las connotaciones lingüísticas, por decirlo de algún modo, empañan las realidades en juego, hombre y mundo, traductor y texto en una narración vital.
4- En la creación artrítica ¿Qué factores influyen?
En función de lo antes dicho, en el marco de las consideraciones de lo que se nos presenta como arte y como se da la experiencia original simbólica del hombre con el mundo, podemos ahora intentar dar una respuesta a la pregunta solicitada por la ponencia. En la creación artrítica ¿Qué factores influyen? La respuesta se nos presenta mas circunscripta si nos remitimos a su punto fundamental: solo podrá concebirse una obra de arte si esta se presenta dentro de un entramado simbólico, que atraviese dinámicamente y recree un mundo de significados en la solidaridad de artista, obra y espectador. Esta aseveración, que nos parece fundamental, no quita las consideraciones que se puedan hacer de forma complementarias, que van desde lo básicamente material hasta la psicología del artista, contexto histórico, sistemas ideológicos o religiosos, etc. sino que lo colocamos como condición sine qua non del arte.
5- El fenómeno iconoclasta
Etimológicamente, el término iconoclasta se refiere a quien práctica la iconoclasia, esto es a quien destruye pinturas o esculturas sagradas (iconos), pero la acepción con la que aquí utilizo el termino es mas amplia y se remite a la etimología mas radical, es la clausura de todo icono o signo posible. Creo que es un fenómeno que representa un rasgo sobresaliente en la cultura contemporánea de perfil materialista. No poder ver mas allá de lo que se nos presenta constituye un obstáculo radical para la vivencia artística. La experiencia es constatable en todos las dimensiones de la realidad, desde lo cotidiano hasta las experiencias religiosas, hoy vaciadas de sentido. Las cosas que nos rodean no nos dicen nada, ya ni los gestos de nuestros prójimos nos remiten a algo. Los rostros se han homogeneizados bajo una indiferente ceguera. Este fenómeno es el reverso del arte, por eso no se sabe nada del arte de vivir, como se lo tomaba por ejemplo en Grecia – Nos dice Lugones una vez mas - “La calma armoniosa, que es quizá la perfección de la belleza, provenía de la tranquilidad superior que aquello (cultura griega) comportaba. No había diferencia esencial entre el arte y la vida del artista, puesto que la vida era un arte a su vez, y hasta el primero de todos”
6- Conclusión
Mas que una conclusión, es un anhelo que lo es expresado sabiamente por Lugones, “Hacer de la vida una obra de arte: he ahí el objeto supremo” El “arte” actual es pasional, su objeto es producir emociones por medio de la sugestión, sean estas de cualquier origen . Es anárquico-subjetivista, y de un carácter simbólico indeterminado, de ahí la aparente riqueza, pero que en realidad encierra una inutilidad y esterilidad propias de la desvinculación de la belleza con el bien y la verdad intuida o captada por el verdadero artista. Como consecuencia de este panorama su expresión psicológica es la melancolía. Propiamente desestima o no capta en sus obras la imagen de una vida que eleve al hombre por sobre una vida corriente. Dice Lugones: “El objeto del arte es realizar, sobreponiéndose a la vida corriente, una vida superior y por lo mismo mas real para el espíritu, puesto que le reporta satisfacciones mejores. De aquí los fenómenos de elevada vitalidad que produce el placer estético. El arte crea efectivamente por medio del placer, como la naturaleza. Y en este sentido, el arte es útil, porque lleva aparejada la dicha tan escasa en esta tierra” El anhelo seria poder ver la vida como la obra de arte en movimiento eterno, la sincronía perfecta, la belleza viva, como el poema de amor que nunca acaba, ver que somos el lienzo, las pinturas y el artista. Ver la vida con ojos de belleza y arte, conectarse a la vibración y cadencia del universo donde todos somos uno.
El poeta
No es el lugar,
soy yo.
No es la flor,
son mis ojos.
No es tu piel,
son mis manos.
No son tus ojos,
son los míos.
No son mis palabras,
¿De quien serán?
Rosa Gomez. Marcela Garcia Ferré, Maríano Mariani, María Eugenia Hernandez, María del Carmen Zuarez
Prof. Mariano Rodrigo Mariani Ermacora
Bibliografía:
- Valverde José María “Breve historia y antología de la estética” Ed. Ariel S.A. España, 2008
- Guardini Romano “Sobre la esencia de la obra de arte” Ed. Guadarrama Madrid, 1960.
- Lugones, L. “Prometeo (Un proscripto del sol)” Bs. As Argentina. 1910.
- Gadamer “La verdad de la obra de arte” En los caminos de Heidegger, Herder, Barcelona, 2002.
- Bergallo Sergio “Fragmentos de ciencia mágica” Ed. La zona. Santa Fe.1999.
- Fornari, Aníbal. en “Fenomenológica por decir” Patricio Mena Malet (Comp.). Ed. Univ. Alberto Hurtado.
- Giussani, Luigi. “El sentido religioso” Ed. Encuentro. Madrid. 1998
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