Pacto
existe un romance interrumpido;
por incursiones fugaces
alejamientos propicios, leve olvido.
Pero el mar está siempre ahí
y cuando menos lo espero o imagino,ese pacto de amor no concluido
impetuoso o sereno, sale a mi encuentro.
Entonces recupera, reconcilia,
regresa y me libera.
La noche espera atrapar entre tinieblas,
un cobalto voraz que ágil diluya
agudas puntas coral, cuerpos pedestres.
Ellos elevan su faz enfurecida,
gimen y danzan ritual en que transmutan
la sinfonía del mar en contorsiones.
Nácar espuma al llegar, se torna oscura,
perdida esencia de sal, cuerpo sin vida,
y para siempre no es más, se precipita.
Nos condenamos así, sombras de espejos,
preñado incendio de luz fue el horizonte,
playa y arena fugaz, de sol murieron.
Lucidez
Como al principio, partí del caos
y al navegar por el mar de los absurdos,
recuperé la lucidez, en un día claro.
Sueño
Sueño que me sueño, vestida de palabras,
ensayo signos, me desnudo, poco a poco
y al despojo de las letras, una a una,
con ellas, me diluyo y desdibujo.
Saciado
Nimbados los sentidos
combados nuestros sexos
libramos del ayer mil decepciones
matamos con fiereza los recuerdos
tomó gemidos del placer como agasajo
golosa entró a devorar con paso lento
la sal que exudaron nuestros cuerpos
el verde transparente de tus ojos
vencida la hidalguía de tu cuerpo
derramó el sueño su largueza
MARIA EUGENIA HERNANDEZ SALAIS- 1949- RADICA EN
MAZATLAN, SINALOA, MEXICO-.Abogada con maestrías en derecho penal, administración
y una especialidad en literatura mexicana del siglo XX
Asistente a
congresos de lectura y poesía en:
Puebla, Oaxaca, Hermosillo, México, la habana cuba, encuentros de poetas en San Juan,
buenos aires y Santa Maria de punilla, y Brinkmann en argentina.
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