Cactus
Estaba ahí,
acaso para desatar
tanto recuerdo.
Bajo el sol,
entre piedras
donde el paso cuesta.
Allí tu flor,
convicción que suma.
Te lleve sin preguntar,
de tus montañas,
tu aire puro.
Hoy me reprocho.
Luego,
fuiste parte de casa,
regalo de flor blanca,
traslucido pimpollo
de cada año.
Tu flor engalana el espacio,
un día,
escasamente dos.
Quizás no me basta
para que absorban los ojos
tanta belleza.
Fotos y poemas del libro Tapia y adobe de María esther Robledo B.-2016
1 comentario:
Cactus flor de un dia, como nosotros, existimos un instante, y florecemos para siempre... Besos!
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