Poemas y Comentario del Libro Huella
De
María Esther Robledo
María
María siente
que se va la vida
que se come el tiempo
sus manos vacías.
María ve un ayer
y dibuja un hoy.
Le pesa la rutina,
el sitio que habita,
la promesa sin mañana.
María pinta soles
y es de noche.
María quiere ser
y toma un sueño
y escribe una palabra
que queda en la piedra
rústica y polvorienta del
camino.
En este punto donde decidimos
Lloraba ayer.
Tal vez mañana.
¿Para qué?...
Quizás entonces supe,
debía quedarme.
Como en los cuentos,
había pichones,
geranios en el patio
y una tradición
de hacer muñecas,
por ser mujer.
******
Hubo noches,
cubrí mis ojos
para no hurgar en los cajones
y atar recuerdos.
Tuve miedo de
tanta distancia
********
Caminamos
tanta vida no diseñada,
tanto error .
Apenas el horizonte
dice mañana.
En la ventana sorprenden
ojos inocentes
y la palabra
se achica .
Quise hacer o decir
tantas cosas.
Apenas si alcanza
para sumar
soles.
Poemas del Libro Huella- de María Esther Robledo Edición de Autor-
2004 Comentario Sobre el libro Huella
Por
la huella de la palabra
Huella
de durazneros en flor, en la travesía
Huella
María
Esther Robledo Edición de autor, 97 páginas
San
Juan, 2000 - 10 pesos (Piedra Libre)
Por Víctor
Condat Nobre, poeta y orfebre
No
es fácil abordar esta colección de poemas de María Esther Robledo. Pero cuando
nos sumergimos en sus textos el mundo que nos devela nos atrapa.
Como
una paradoja nos sustrae del contexto cotidiano para confrontarnos con la
persona, el otro, nuestro prójimo, aquel que sufre y vive en el mismo cotidiano
al que nos sustrajo, sólo para hacernos tomar conciencia de la realidad
histórica y social en que estamos sumergidos.
En
"María", el poema inicial del libro, nos da la pauta: "María
siente / que se va la vida...". Y más adelante: "María quiere ser / y
toma un sueño / y escribe una palabra / que queda en la piedra / rústica y
polvorienta del camino".
La
palabra que María escribe intenta no perderse en el polvo del camino, queda en
la piedra rústica.
La
poesía que nos brinda (porque nada nos impone, sino que meramente la pone a
nuestro alcance) es una cuestión de sentimientos más que de palabras y una
denuncia de la realidad: es cruda en su decir pero al mismo tiempo siempre se
muestra cálida, tierna y respetuosa del otro, hasta la identificación con su
estigma, con su dolor.
Los
poemas de "Huella" nos introducen en un mundo que es a la vez una
suerte de memoria de lo ido (una huella) y expresión de lo que está acaeciendo.
Sencillamente, con un vocabulario tomado del día-a-día y su gusto por la
conversación tranquila, muchas veces apasionada y siempre acotada por el
respeto al prójimo.
La
realidad, con todos sus buenos y malos matices, es el aquí y ahora del poema.
Con toda la capacidad para "marcarnos", dejarnos "huellas"
que la vida real tiene. Su poesía nos despoja del momento, nos comunica con
cosas que, por cotidianas o elementales, normalmente no atinamos a percibir.
Con
su voz se hace presente en el mundo, con ella toma conciencia de su
respiración, una respiración del sujeto en tanto que, como mujer en el mundo y
como poeta-escritora está sujeta a sentir con el otro, responsabilidad que
acepta.
Sucede
desde el inicio. En la brevísima introducción dice: "Desgajada de sueños /
busqué la noche / la noche termina en alba... / Duro ciclo de vivir...".
1 comentario:
¡Qué bueno, María Esther!Esa es la tarea del poeta: dejar su huella para que (¡ojalá!) otros la sigan. Abrazo.
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